
«Nutriendo plantas, mejorando suelos y convirtiendo los suelos en alimentos»

Preservación ambiental

Óptimos rendimientos agrícolas

Restauración de suelos

Producción de alimentos sin contaminar

Agricultura sostenible
Nuestra misión es la Bioagricultura
Ya son 25 años incrementando la producción agrícola, restaurando los suelos erosionados y degradados, haciendo posible la producción de alimentos sin contaminar ni degradar la tierra.
Transformar los minerales del subsuelo en nutrientes asimilables por los organismos elementales y vegetales, los cuales a su vez alimentan a los seres vivos más complejos. Reproducir inteligentemente con propósitos alimenticios estos esquemas, constituye la razón de ser de la bioagricultura o agricultura sostenible.
Como defensores del ambiente, buscamos que nuestra tecnología y productos se enfoquen en la vía de lo natural, la reforestación, la limpieza de las aguas.
Es por eso que ofrecemos al productor un portafolios tecnológico capaz de favorecer el esquema de preservación ambiental y óptimos rendimientos agrícolas


Conoce nuestra historia
En el año 1988 la curiosidad científica y afición a la naturaleza condujo a nuestro fundador, Jaime A. Camacho M. a conformar una oferta técnica basada en insumos orgánicos y manejos agrícolas capaces de competir con el criterio agronómico de adición de sales al suelo y control químico de plagas y enfermedades en la producción de alimentos.
La necesidad de demostrar sus tesis lo llevaron a adquirir «La Esperanza», una parcela de 1,1 hectáreas, en una zona campestre del sur del estado Aragua (Carmen de Cura, municipio Camatagua), en Venezuela, caracterizada por sus terrenos sin vocación agrícola, pesados, rocosos, de mínima profundidad, degradados por incendios forestales anuales, es decir, suelos marginales.
«La Esperanza» se convirtió en la sede del campo experimental y donde se inició un proceso de restauración ambiental que perdura exitosamente hasta el presente.
Fue la génesis del Programa R.A.S.A. (Restauración Acelerada de Suelos Agotados), manejo tecno-ecológico del suelo cuyos benéficos efectos, basados en la adición de complejos microbiológicos y sustancias mejoradoras en unión de sanas prácticas de preservación ambiental y cría de animales, permiten a éste ofertar a las plantas una nutrición procedente del aire y del medio edáfico circundante.
De estas experiencias surgió la idea del biofertilizante MAKRON.
Armado con tales resultados, en 1.996 se inició la difusión del concepto. Los medios de comunicación dieron espacio a la propuesta y durante ese año y 1.997, los organismos públicos y privados fueron informados de las bondades de la bioagricultura tanto por sus efectos ambientales como en salud pública.
Fruto de esta campaña que dió a conocer las tecnologías de manejo amistoso del suelo en el agro, fue que la Dirección Nacional de Ingeniería Sanitaria de Malariología del Ministerio de Sanidad, en principio y la Gobernación del Estado Aragua, después, a través del Fondo de Crédito Agropecuario (FONCREA) y la Comisión de Agricultura de la, para ese entonces, Asamblea Legislativa del Estado Aragua (ALEA), hoy Consejo Legislativo Bolivariano del Estado Aragua (CLEBA), decidieron apoyar experiencias demostrativas.
El ensayo en la sede de Ingeniería Sanitaria de Malariología fue un éxito que permitió lograr espacios en la finca de Lucía Capodicasa, en Arenales, Dtto. Zamora, Aragua, donde se realizaron ensayos que demostraron a la Comisión de Agricultura de la ALEA, presidida por el Dip. Rubén Durán, la pertinencia de un ensayo público.
Se eligió, a su petición, la finca del productor Juancho Reyes (para ese momento Vicepresidente de FONCREA y dos veces ex-alcalde de la población) ubicada en el asentamiento campesino Pinto Salinas de Camatagua, Edo. Aragua).
El 20 de Diciembre de 1997 se dieron cita productores, académicos y público en general para asistir a un «Día de Campo en auyama» en donde se logró una cosecha sin precedentes con la sola utilización (sin fertilización de base) de 2 Ltrs del estimulante de crecimiento MAKRON mezclado con 1 Kg. de úrea/Ha.
Tenemos registrados 15 productos, presentaciones líquidas y sólidas, amparados bajo la marca byo-FERTILIZANTES®, de uso agrícola.